¿La tristeza te acompaña hoy?
Es el momento de escucharla
La tristeza puede ser como una niebla que lo inunda todo y pesa en el cuerpo y en el alma. Es agotador sentir que todo pesa demasiado. Pero la tristeza no está aquí para castigarte ni para hundirte. Ni mucho menos ha venido porque es lo que mereces. Como todas las emociones, cumple una función: te invita a parar, a reflexionar y a cuidar de ti mismo.
Esa falta de energía que te hace sentir atrapado, que convierte cada pequeño esfuerzo en una montaña imposible, es el modo en que tu cuerpo y tu mente intentan decirte algo importante. Tal vez llevas demasiado tiempo exigiéndote más de lo que puedes dar, y tu cuerpo se defiende haciéndote parar como una llamada de auxilio. Quizá llevas demasiado tiempo ignorando tus propias necesidades o callando aquello que te duele.
La tristeza también tiene un propósito profundo: acercarnos a quienes pueden ayudarnos. Nos hace más sensibles y abiertos al cuidado de los demás. Sin embargo, es fácil caer en el aislamiento, en construir muros para protegernos. Quizás has sentido esa desconexión, esas ganas de esconderte porque crees que nadie entenderá lo que estás viviendo. Pero, en realidad, tu tristeza podría ser una oportunidad para conectar, para dejarte cuidar y permitir que otros estén ahí para ti. A veces, un abrazo o una simple conversación pueden ser más reparadores de lo que imaginas.
«No puedes detener las olas, pero puedes aprender a surfear.»
¿Todo esto te suena familiar? Esa sensación de agotamiento constante, el placer que parece haber desaparecido, las ganas de llorar que aparecen de repente. Tal vez sientes que no puedes tomar decisiones, que la vida ha alcanzado un nivel de juego difícil de superar. Quizá tienes la sensación de que cada día es igual al anterior y ya no hay posibilidad de mirar al futuro con ilusión.
Es importante recordar que la tristeza no es un enemigo, aunque a veces se sienta como tal. Es un indicador de que algo no está funcionando como debería y una invitación a reflexionar sobre lo que realmente necesitas. Detrás de esa sensación de vacío, puede haber un mensaje: tal vez sea hora de soltar aquello que te pesa, de replantearte tus prioridades o de buscar apoyo para superar este momento.
No estás solo en esto. Escuchar lo que tu tristeza intenta decirte y darle el espacio que merece es el primer paso hacia una vida en la que puedas sentirte pleno otra vez. En definitiva, para recuperar la vida que mereces vivir.
¡Hola! Esta soy yo, Amaya.
Alguien con un interés genuino por las personas y su historia. Hoy soy Psicóloga Sanitaria con formación en apego, trauma y un enfoque integrador, adaptado a las necesidades únicas de cada persona.
¡Felicidades por llegar hasta aquí! Has dado un paso importante, estás en el lugar ideal para empezar a mejorar. Si estás listo para dar el siguiente paso y empezar a escuchar lo que tu cuerpo y mente realmente necesitan, estoy aquí para ayudarte. ¿Hablamos?