La ansiedad tiene algo que decirte
Tienes un mensaje, ¿lo abrimos juntos?
Hola, soy tu ansiedad.
Sé que no te gusta cuando aparezco, que te incomoda lo que provoco en tu cuerpo. Sé que me tienes miedo y que te gustaría librarte de mí. Pero aquí estoy, todos tus esfuerzos para evitarme hacen que siga aquí. Porque hasta que no comprendas lo que quiero decirte no podré irme, créeme, no he venido a hacerte daño. Aunque te parezca difícil de entender, estoy aquí para ayudarte.
Cada vez que me siento en tu pecho, que acelero tu respiración o que hago que tus pensamientos se desborden, trato de decirte algo importante. Es la manera que he encontrado de llamar tu atención, todo lo que he intentado antes ha pasado desapercibido.
¿Recuerdas esas noches de insomnio? O cuando necesitabas concentrarte, pero te notabas disperso y acababas haciendo otra cosa menos importante. Incluso esos momentos en los que tu cuerpo parecía rebelarse: un dolor de tripa, una digestión complicada… Todo eso que parecía no tener explicación eran mis formas de llamarte la atención.
Pero no me escuchaste, así que tuve que alzar más la voz. Puse a tu cuerpo en alerta, como si algo amenazara tu bienestar. Quizá por eso lo notabas más vulnerable: te resfriabas con más frecuencia, tu piel reaccionaba con brotes o esas molestias que siempre aparecen en el peor momento. No era casualidad, era mi manera de mostrarte que algo en tu interior necesitaba cuidado y atención.
«La ansiedad no es algo que haya que vencer, sino algo que hay que entender.»
No estoy aquí para asustarte, aunque sé que lo hago. Estoy aquí porque necesitas escucharte, porque llevas demasiado tiempo ignorando lo que realmente importa: tú.
¿Te has preguntado por qué cuando aparezco parece que no exista nada más en el mundo? Porque, en el fondo, sabes que tengo algo que decirte. Pero es difícil enfrentarme, hacerte las preguntas necesarias para dejarme ir. Sé que preferirías seguir con tu rutina, con las prisas, con las expectativas de los demás. Pero yo solo quiero que pares un momento y mires dentro de ti.
Estoy aquí para recordarte que algo no va bien. Que necesitas cuidarte, escucharte y priorizarte. Que no puedes seguir cargando con todo sin parar, sin darte un respiro. Estoy aquí para ayudarte a reencontrarte contigo mismo/a, para que hagas los cambios que necesitas y recuperes tu bienestar.
No soy tu enemiga. Solo quiero que me escuches. Y cuando lo hagas, cuando tomes las riendas de tu vida, cuando cuides de ti como mereces, me iré. Porque ya no me necesitarás.
Con cariño,
Esa parte de ti que te cuida y te quiere. Tu ansiedad.
¡Hola! Esta soy yo, Amaya.
Alguien con un interés genuino por las personas y su historia. Hoy soy Psicóloga Sanitaria con formación en apego, trauma y un enfoque integrador, adaptado a las necesidades únicas de cada persona.
¡Felicidades por llegar hasta aquí! Has dado un paso importante, estás en el lugar ideal para empezar a mejorar. Si estás listo para dar el siguiente paso y empezar a escuchar lo que tu cuerpo y mente realmente necesitan, estoy aquí para ayudarte. ¿Hablamos?